martes, 19 de febrero de 2013

WE COULD FLY → sam sparro



“La vi entrar. Se detuvo y obturó sus parpados en dirección hacia mis ojos mientras yo medianamente logré elevarle las cejas.  En segundos volteé la cabeza y apoyé de nuevo los codos sobre la barra y continúe escuchando las quejas de aquel sujeto que no esperaba a que terminara una copa para servirme otra dosis de voluntad.

Allá estaba, sentada, con expresión inquieta y transpirando preguntas hasta que me acerqué y con los fósforos en mis manos le encendí las ansias. Festejamos el encuentro y después de rebobinar los reproches y excusar la indiferencia, desaceleramos el afán retrospectivo y volvimos a comenzar”

-Return the Paradise- es el título del más reciente álbum del cantante australiano Sam Saparro, donde encontramos ritmos que aluden al R&B, funk y al góspel. En los 11 tracks que compone el disco se percibe una notable influencia de George Michael, Jamiroquai y Prince y es en We could fly, ubicada en el octavo peaje del retorno al paraíso, donde se consolida la melodía como una  amalgama perfecta para resollar y disfrutar los melismas de la voz prodigiosa de este artista.




lunes, 11 de febrero de 2013

LATCH → disclosure


La escena contenía varias características. Un ascensor, ansias y resistencia  para comenzar; una pizca azucarada de  carácter, sorpresa y decisión  para concluir. Yo abstinente, irritado, indeciso. Vos cálida, salada y flotante, con las pantorrillas al descubierto y yo con ganas de vestir mi pulgar para no empapar tú meñique. Tuve esa maldita doble sensación de transpirar y percibir resortes en lugar de rodillas, creando en mis bolsillos un sonido particular de las llaves de mi cuarto, donde terminamos por pintarnos los gestos.

El Dúo británico -Disclousure- para esta ocasión decidieron alinearse con -Sam Smith- para producir esta melodía  y reproducir frenéticas emociones a un ritmo suave y placentero, perfecto para mover el cuerpo y desaguar los labios. La pieza audiovisual que da vida a Latch fue dirigida por los cineastas Ross McDowell y Ben Murray, quienes re-interpretan encuentros y elevan las fantasías que descaradamente sugiere esta buena canción, que aunque fue lanzada en octubre del año pasado, continúa recorriendo oídos y habitaciones.