La nicotina
asfixia el placer. Las voces son largas, nocturnas, inquietantes. Los caminos
son cortos, extenuantes y en subida. Las luces son enceguecedoras, pero confiables
cuando se deja a las pestañas cobijar el pensamiento. Los pasos son medidos. La
cantidad de vino es exacta. El brindis incomodo hasta que se sueltan las
verdades sin la necesidad de repartir culpabilidades. El sueño se canaliza en
el corredor de los adjetivos. Tan urbano. Tan lento. Tan diverso. Tantos
rostros perdidos, y al mismo tiempo, tantas miradas bien enfocadas esperando
matar la hostilidad con la calma conciliadora.
domingo, 29 de abril de 2012
FACING THE SUN → fritz kalkbrenner
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