Domingo. Ensimismamiento. Resacas y sed. El pasado detenido y las ganas de dejarlo estático para evaluar su recorrido bajo las cobijas o en frente de cualquier pantalla a la que el hombre ya se acostumbró más que a cualquier rostro. Tierra. Superficie. Arrastrar suavemente con la espalda la presencia ausente del tiempo, es la opción del grupo australiano Alpine, que para esta ocasión les inyecta a los impulsos de melancolía un poco de indie - rock con la esencia particular y melódica de sus seis integrantes.
Village. Bosque. Burbuja. Una pieza indescriptible que nos encapsula por lo menos hasta que termine la canción. Sí, hasta que nos deje de suscitar preguntas sobre ese odio que sembramos y nunca hidratamos, y que se va desvaneciendo como la ausencia que ya no está.
The catalyst can't believe that you’re seeing its love for the music.
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